casa lucio reviews: No has probado mejores huevos fritos en tu p vida – No pertenezco al grupo de los paladares más conocidos del planeta, y que han pasado por aquí. La primera vez que visité este sitio fue de adolescente, con mi padre, y unos amigos del conservatorio de Madrid. Iba a examinarme allí cada año, a finales de primavera. Alguien dijo “os voy a llevar a un sitio que hacen unos huevos fritos que os vais a chupar los dedos”. Y como a mi padre y a mi nos encantan, de “toa” la vída, pues allá que fuimos.
¿Y aparte de sus famosos huevos fritos? La cazuela de barro con unas gambas al ajillo, cocinadas en aceite de oliva y con su ajo y guindilla, a la madrileña. Este sitio se ha ganado el derecho a lucir un estrellato permanente gracias a los huevos rotos. La obra gastronómica singular de Lucio Blázquez, el mesonero. Abrió hace cuarenta y cuatro años Casa Lucio, y hoy en un distintivo de la gastronomía madrileña.
Por aquí han pasado muchos famosos, y lo siguen haciendo, y aunque sabéis que no me gusta hablar de ellos y ellas, citaré a Tom Cruise, Will Smith, Andie MacDowell, Joaquín Sabina, y hasta Kofi Annan. Sin embargo a mi eso me la trae floja, aunque no hubiera pasado ni un solo famoso o famosa los huevos rotos de Lucio seguirían siendo lo que son. No os vayáis a creer que Tom Cruise tiene mejor gusto culinario que yo…
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Los camareros se conocen bien a sus fieles clientes que se sientan en sus mesas.
Y a los que llenan el bar a la entrada y los dos pisos. Gestionada el día de hoy en segunda generación Casa Lucio despacha platos como el capón en pepitoria, el pollo al ajillo, o los famosos callos a la madrileña, y las croquetas de jamón. Pero no queda la cosa ahí, la lista es larga: el pisto manchego, escalopines con ajo y perejil, el jarrete de ternera, rabo de toro…
Casa Lucio sigue en el sitio ocupado por el centenario Mesón El Segoviano, la casa de comidas donde comenzó a trabajar Lucio Blázquez con solo doce años. En nuestros días son Maria del Carmen, Fernando y Javier, los hijos de Lucio, quienes acompañan a su padre en el restaurante. Son garantía de que su reconocida cocina tienen todavía mucho por decir.
Casa Lucio abrió sus puertas en noviembre de mil novecientos setenta y cuatro, tras más de seis meses de obras. Desde ese momento el trato cordial y afable con los clientes fue una de las facetas esenciales. Este sello de la casa Lucio supo transmitir al personal de la casa. Son una familia desde hace más de veinte años, que conoce las costumbres de los clientes.
En pleno corazón de la capital española, Casa Lucio es una atracción turística más, una visita obligada para turistas y locales. Una parada en el tiempo en la calle Cava Baja, una de las más viejas de la capital de España, y ya famosa en el siglo XVII por ser punto de llegada de carreteros, que desde ahí partían para llevar el correo a toda España. El local tiene una indiscutible historia. Sus muros ya cobijaban desde mil setecientos veinte la mítica Posada de San Pedro.
