JACK KIRBY: SU VIDA Y SU OBRA
Jacob empieza a hacer sus pinitos con el lapicero desde bien joven. Se le da bien. Para él es una válvula de escape que le permite alejarse del influjo pandillero que asola el distrito. Su otro gran acierto fue participar en el proyecto de la Boys Brotherhood Republic, una corporación social que trataba de asistir a gente joven en ambientes difíciles. Como viejo miembro de una banda, se sabe que entre sus actividades estaba el boxeo, aparte del dibujo. Su estancia en esta corporación tan particular le dio autocontrol, capacidad de administración y consciencia de que había algo más que un camino por la criminalidad.
Cuando debió de tomar la decisión de que hacer con su vida, el lapicero estaba allí para recordarle sus capacidades. Estamos en pleno auge de la tira de periódico y a puntito de la eclosión del formato gaceta (comic-book, para los americanos). Kirby veía aquellas producciones con la pasión de un fan y la ilusión de un futuro.
Enseguida se interesa por los cómics porque le daba la sensación de que cualquiera con un lapicero y un papel podía dibujarlos. Era un arte democrático, no académico. El joven Jack no tuvo una preparación específica; miraba viñetas sin parar, imitaba aquello que veía (Caniff, Raymond y Foster) y se basa en una férrea determinación: deseaba dedicarse al cómic.
+ en: Centenario Jack Kirby. Vida y obra del Rey de los cómics – Zona Negativa
