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“MATRIMONIO Y SEXO: ¿ES REALMENTE EL FIN DEL JUEGO?”
¿Se puede tener una vida sexual activa después del matrimonio? ¡Descúbrelo aquí!
Dicen que si nunca quieres volver a tener sexo, cásate. Aunque esto pueda sonar a broma, hay un trasfondo serio: el sexo es uno de los temas más conflictivos en el matrimonio, superado solo por las finanzas. Desde mi perspectiva, muchos matrimonios se enfrentan a la paradoja del deseo: mientras uno lo quiere, el otro no. ¿Por qué sucede esto?
La Realidad del Sexo en el Matrimonio
¿Cuánto sexo están teniendo realmente los matrimonios?
Seamos sinceros, la pregunta que muchos se hacen es cuánto sexo están teniendo los matrimonios hoy en día. Un estudio de un periódico nacional encuestó a aproximadamente 10,000 personas – en su mayoría hombres casados – y reveló que aunque el 75% estaba satisfecho con su relación, más del 50% estaba insatisfecho con su vida sexual. Este dato no sorprende a muchos que viven en matrimonios donde la intimidad física es escasa.
La verdad es que solo un 7% de las parejas casadas realmente “encienden las sábanas”. La mayoría tiene relaciones sexuales un poco más de una vez a la semana durante los primeros diez años de matrimonio, y después disminuye. Esto equivale a unas 58 veces al año. Además, el 20% de los matrimonios se consideran sexualmente inactivos, teniendo sexo menos de diez veces al año.
El Declive de la Intimidad
¿Por qué no estamos teniendo sexo en el matrimonio?
La química cerebral juega un papel crucial en nuestra vida sexual. Existe una sustancia llamada PEA (feniletilamina), que genera la euforia y excitación cuando conocemos a alguien que nos atrae. Sin embargo, esta sustancia disminuye después de dos años, justo cuando muchas parejas se casan o enfrentan conflictos, llevando a una disminución en la frecuencia sexual. Aquí es donde la comunicación se vuelve vital para mantener una vida sexual saludable.
La educación sexual también tiene un impacto significativo. Desde pequeños, a las niñas se les enseña que el sexo es algo sucio o peligroso, mientras que los chicos obtienen su “educación” de la pornografía en Internet. Esta dicotomía crea expectativas y realidades distorsionadas sobre el sexo y la intimidad.
Sexo y Matrimonio en la Era Digital
¿El uso de tecnología afecta nuestra vida sexual?
Vivimos en una era digital donde el smartphone es una extensión de nuestra mano. El 10% de las personas revisan sus teléfonos durante el sexo y el 35% lo hace inmediatamente después. Estamos conectados al Internet, pero desconectados de nuestros posibles amantes. Esta desconexión podría ser una de las razones por las que la posición sexual más común entre las parejas casadas es la “estilo perrito” metafórica, donde él está a cuatro patas mendigando y ella se hace la muerta.
Además, los problemas financieros y la carga de responsabilidades también juegan un papel. Muchas mujeres hoy en día trabajan dentro y fuera del hogar, se encargan de la mayor parte de las tareas del hogar y cuidan tanto de los hijos como de los padres ancianos. Este agotamiento generalizado deja poco espacio para la intimidad.
El Impacto de la Salud en la Vida Sexual
¿Qué papel juega la salud en la vida sexual de una pareja?
La salud sexual y general es fundamental para una vida sexual activa. Problemas como la disfunción eréctil en hombres pueden ser indicativos de enfermedades cardiovasculares o diabetes. Para las mujeres, problemas como la sequedad vaginal pueden surgir debido a la píldora anticonceptiva, la lactancia o la menopausia, y existen tratamientos para estas condiciones.
Un enfoque en la salud puede revitalizar la vida sexual. El ejercicio regular mejora el flujo sanguíneo y la agilidad, lo cual es esencial tanto para la excitación femenina como para el rendimiento masculino. La clave es tratar cualquier disfunción sexual y dedicar tiempo a la pareja, prestando más atención al cónyuge que al smartphone.
Revitalizar la intimidad en el matrimonio requiere esfuerzo y compromiso.
La vida sexual en el matrimonio no tiene por qué acabar. Es importante abordar los problemas de salud, comunicar abiertamente sobre las necesidades y deseos, y priorizar la intimidad en la relación. ¿Será que la solución está en hablar más y conectarse menos con la tecnología? La respuesta está en nuestras manos.
El matrimonio no tiene por qué ser el fin de una vida sexual activa. Al contrario, puede ser una oportunidad para reinventar la intimidad y fortalecer la conexión emocional y física. ¿Qué papel jugarán la comunicación y la salud en tu relación? ¿Será que al final del día, el verdadero secreto para una vida sexual satisfactoria es tan simple como volver a conectar con nuestra pareja en un nivel más profundo y humano?
“La educación sexual debe ir más allá del miedo y abordar el placer y la intimidad.”
“La conexión emocional es tan importante como la física en una relación.”
¿Cuáles son tus pensamientos sobre la vida sexual en el matrimonio? ¿Qué cambios podrías implementar hoy para mejorar la intimidad con tu pareja?