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¿El futuro del sonido cabe en la palma de tu mano? El alma del audio de alta fidelidad vive en el SMSL N100
Los mejores equipos de sonido para casa no hacen ruido, hacen historia 🎵.
Porque no todo lo que brilla lleva diamantes dentro. Hay aparatos que parecen diseñados por ingenieros que nunca han escuchado una canción completa. Otros, en cambio, nacen con alma. El SMSL N100 pertenece a este último grupo: pequeños artefactos de precisión milimétrica que no solo reproducen música, sino que la celebran. No te lo grita con luces de colores ni con menús crípticos. No quiere impresionar. Quiere seducirte. Y lo consigue.
Hace un tiempo me crucé con el SMSL N100 casi por accidente. Una de esas mañanas en las que uno navega entre DACs, amplificadores y reproductores como si eligiera un vino para una cena imaginaria. Vi su diseño compacto, ese chasis metálico que parece tallado por relojeros suizos con gusto italiano, y algo me hizo detener el scroll. Fue como encontrar una edición rara en una vieja tienda de vinilos: no sabes si llevártelo a casa o hacerle una foto. Pero me lo llevé.
“No es un reproductor. Es una puerta a tu memoria sonora”. Así me lo describió un amigo melómano cuando se lo mostré. Y sí, lo es. Porque este pequeño bicho, obra de la colaboración entre SMSL y Volumio, no solo suena bien. Suena a lo que tú quieras. A la adolescencia encerrado con los cascos puestos. A aquel viaje en coche con la lista de Spotify improvisada. A un vinilo que nunca tuviste, pero siempre recordaste. Y lo mejor: todo está ahí, a un clic.
El secreto está en los detalles que no ves, pero escuchas
¿Y qué tiene este N100 que no tengan los demás? Versatilidad, para empezar. No exagero si digo que es el equivalente digital de una navaja suiza para amantes del sonido. ¿Tienes cuenta en Tidal, Qobuz, incluso Roon? Funciona. ¿Prefieres navegar por emisoras de radio del otro lado del mundo? También. Gracias a su integración con TuneIn Radio, puedes pasar de un programa de jazz de Nueva Orleans a una emisora islandesa de electrónica ambiental en segundos.
Pero también hay algo más íntimo: la función DLNA. Suena técnico, lo sé. Pero traducido al idioma humano significa que puedes conectar tu propio servidor o disco duro y acceder a tu biblioteca como quien abre un viejo baúl lleno de recuerdos. Y todo, gestionado desde tu móvil con la app de Volumio, tan intuitiva que parece hecha para gente sin paciencia.
“El mejor sonido es aquel que no necesitas explicar”. Una frase que me dijo un técnico de estudio hace años. El SMSL N100 parece haberla convertido en ley.
Diseño futurista para nostalgias retro
Lo que me sorprendió, más allá del sonido, fue el diseño. El chasis de aleación de aluminio mecanizado CNC no solo le da robustez y presencia. Le da personalidad. No parece un gadget moderno cualquiera. Parece una pequeña escultura de ciencia ficción retro. Una pieza que podría estar tanto en una mesa de mezclas como en el escritorio de un escritor solitario que escucha a Bach mientras redacta novelas negras.
Y es que hay aparatos que solo cumplen una función. Este la trasciende. El SMSL N100 no solo conecta cables, sino emociones. Tiene esa cualidad casi literaria de los objetos bien diseñados: cuanto más lo usas, más lo entiendes. Y cuanto más lo entiendes, menos quieres vivir sin él.
Por cierto, puedes descubrir todos sus detalles técnicos en la web oficial de HiFiGo o incluso adquirirlo directamente desde aquí, si lo tuyo es el amor a primera escucha.
Cuando la música manda, el ruido desaparece
Hay un momento mágico cuando enciendes un aparato de estos y empieza a sonar la música. No hablo de escuchar, hablo de sentir. En mi caso, fue un disco de Chet Baker. El susurro de la trompeta, el aire entre frases, los silencios que dicen más que las notas. El SMSL N100 no lo mejoró. Lo respetó. Y eso es lo que hace un buen equipo de sonido: no transforma, traduce. No corrige, revela.
Pero también tiene su cara técnica, por supuesto. Puertos USB 2.0 y 3.0, Wi-Fi, LAN, salidas AES/EBU, coaxial, óptica. Puedes conectarlo a un DAC de alto rendimiento, a un amplificador externo, incluso a un sistema de auriculares si eres de los que se encierran a escuchar con los ojos cerrados. Y sí, también tiene AirPlay. Para que no tengas que renunciar a nada.
“Los detalles no son los detalles. Son el diseño”. (Charles Eames)
Hay cosas que solo los obsesos del sonido notamos. Por ejemplo, la fuente de alimentación conmutada de bajo ruido. Es un detalle técnico, sí, pero esencial. Significa que el flujo eléctrico que alimenta el aparato no mete ruido, no ensucia. Es como si en una orquesta, el encargado de pasar las partituras lo hiciera en silencio, sin interrumpir la música. Y ese tipo de cosas, aunque no las veas, las escuchas.
“Si no te emociona, no es alta fidelidad”
Porque no todo lo que suena fuerte suena bien. Hay una delgada línea entre volumen y presencia, entre potencia y profundidad. Y ahí es donde el SMSL N100 juega con ventaja. Es discreto pero poderoso. Silencioso, pero lleno de carácter. Un poco como ese amigo que no dice mucho, pero cuando habla, todos escuchan.
Lo mejor de todo es que no está reservado para una élite. Por 419 dólares, puedes tener en casa un pedazo de tecnología que bien podría estar en un estudio profesional. Un lujo que ya no es un lujo. Una herramienta para quienes saben que, en este mundo, pocas cosas importan más que una buena canción en el momento justo.
“Quien canta, su mal espanta” (Refrán popular)
“Music is the silence between the notes” – Claude Debussy
El SMSL N100 es el corazón de un sistema que no se ve, pero se siente.
“La música es lo que ocurre cuando el alma encuentra su voz”.
¿Y tú? ¿Todavía usas tu ordenador como un simple reproductor?
¿O ya dejaste que el sonido volviera a ocupar su lugar sagrado en tu casa?
¿Será el SMSL N100 el primer paso hacia una nueva forma de escuchar… o de sentir?
Si quieres conocer todos los detalles técnicos, las funciones compatibles y una visión más amplia de lo que este pequeño titán del audio puede ofrecer, puedes echar un vistazo a la presentación oficial del SMSL N100 en HiFiGo, donde desglosan cada aspecto con precisión quirúrgica. Y si después de leerlo sientes esa irresistible cosquilla en los dedos que solo provoca el deseo de tenerlo ya mismo en tu escritorio, puedes conseguirlo directamente desde este enlace en Amazon y empezar a redescubrir tu música como nunca antes.