El precio de Goatfather y su humo eterno

5 mins read

El precio de Goatfather y su humo eterno. Una banda francesa que mezcla riffs pesados, ironía y humo en su nuevo álbum

Estamos en septiembre de 2025, en Francia, y el aire parece más denso de lo habitual. No es niebla ni contaminación: es el humo imaginario que anuncia el regreso de Goatfather, la banda de heavy rock francesa que nunca ha temido mancharse las manos de grasa ni empapar su sonido en bourbon barato. Acaban de soltar su nuevo single “Stoner Dream”, un adelanto de su tercer álbum House Of The Rising Smoke, que verá la luz el 24 de octubre de este año bajo el sello Argonauta Records. El nombre ya suena a advertencia: aquí hay guitarras que pesan más que una resaca de tres días y voces que rugen como un motor viejo arrancando cuesta arriba.

El precio de Goatfather y su humo eterno 1El precio de Goatfather y su humo eterno 2

El humo como carta de presentación

Hace tiempo, cuando Goatfather publicó Hipster Fister en 2016, pocos pensaban que ese título provocador podía abrirles camino. Y sin embargo, lo hizo. No tardaron en llamar la atención de una prensa especializada que suele cansarse rápido de novedades. Luego llegó Monster Truck en 2021, con Argonauta Records respaldando su estallido de riffs. Ese segundo trabajo consolidó un estilo que mezcla la suciedad del stoner con la ironía de quien sabe que no está inventando la pólvora, pero la quema igual para hacer más ruido.

Ahora, en este 2025, Goatfather decide redoblar la apuesta. Su nuevo álbum no se llama cualquier cosa: House Of The Rising Smoke. Sí, una clara guiñada al imaginario sureño, pero con un matiz decadente, casi mafioso. La banda lo anuncia como “un nuevo cóctel de guitarras pesadas, riffs pegadizos y voces atronadoras”. Y uno se lo cree, porque basta con escuchar el single para entender que este grupo no está aquí para sonar bonito, sino para sonar fuerte.

“El humo no se disipa, se queda pegado a la piel”.

Una nueva pieza en el engranaje

La novedad más jugosa no está solo en el título del álbum ni en la fecha de lanzamiento, sino en la llegada de una nueva bajista. Violeine, exintegrante de Witchgrove, se une al grupo con la promesa de darle más peso y nervio al bajo. Goatfather lo celebra públicamente como quien presenta a un nuevo miembro de una familia desquiciada, pidiendo a sus seguidores que le den “la más cálida bienvenida”. Y no es para menos: el bajo en este tipo de música no es un simple acompañamiento, es el cemento que mantiene unida la avalancha de guitarras.

Me imagino la primera vez que Violeine enchufó su bajo en un ensayo con Goatfather. Probablemente el local tembló, las paredes sudaron humedad y alguien pensó: “Esto ya no se detiene ni aunque nos apaguen la luz”.

“Stoner Dream”, un viaje en cámara lenta

El adelanto escogido no podía ser más claro: “Stoner Dream”. La canción, además de presentar un videoclip oficial, funciona como manifiesto sonoro de lo que viene. Es un viaje lento, envolvente, casi viscoso, que te arrastra hacia un estado donde lo único que importa es el riff repetido hasta la obsesión. No hay prisa. No hay atajos. Hay humo, peso y un tempo que obliga a mover la cabeza, aunque uno no quiera.

Y aquí está la clave: Goatfather no se preocupa por sonar accesible. Su apuesta está en lo físico, en la vibración del aire que golpea el pecho. Como dicen ellos mismos en tono burlón, su mezcla es “un cóctel sucio de leche de cabra, aceite de motor y bourbon sureño en una coctelera oxidada”. Nadie puede decir que no avisan.

La herencia de la carretera

En su recorrido hasta ahora, la banda ya ha compartido escenario con nombres reconocibles del circuito stoner: Stoned Jesus, Planet Of Zeus, Mars Red Sky, Monkey3… Todos ellos forman parte de esa constelación de grupos que viven entre giras interminables, salas pequeñas llenas de humo real y audiencias que buscan riffs como otros buscan redención. Goatfather encaja ahí como anillo al dedo, con la diferencia de que nunca han escondido su sentido del humor.

Hay algo casi literario en todo esto. Pienso en aquella frase de Jack Kerouac en En el camino: “No hay lugar adonde ir, salvo por todas partes”. El espíritu de Goatfather parece responder a esa idea: no hay destino final, solo más carretera, más ruido y más humo.

Los seis capítulos de una misma historia

El disco House Of The Rising Smoke se compone de seis temas, cada uno con título de novela pulp o cómic psicodélico. Además del ya mencionado “Stoner Dream”, encontramos “Eye Of The Electric Mountain”, “Night Of The Blue Smoke”, “Son Of A Witch”, “Rainbow Rider” y “Space Weeds And Heavy Trips”. La lista suena como un viaje astral con escala en un garaje grasiento de carretera.

Imagino al oyente leyendo esa lista antes de darle play. No sabe si está por entrar en un concierto improvisado en el desierto o en una feria retro de cómics underground. Lo cierto es que los títulos ya advierten: aquí no hay canciones de amor ni baladas, hay historias densas, oníricas y, sobre todo, muy pesadas.

“Cada riff es un ladrillo, cada canción un muro de humo”.

El pacto con Argonauta Records

Otro detalle que no pasa desapercibido es la fidelidad del grupo a Argonauta Records. En su comunicado, Goatfather habla de “renovar la conspiración criminal con Gero y toda la familia de Argonauta”. Lo dicen con ironía, claro, pero la idea de conspiración tiene sentido: este sello italiano se ha especializado en dar cobijo a bandas que, sin ser masivas, cultivan una estética propia y un sonido reconocible. Para Goatfather, la alianza funciona como un salvoconducto: saben que ahí no tendrán que negociar demasiado con la pureza de su propuesta.

Es un acuerdo tácito: la banda entrega riffs, humo y actitud; el sello garantiza que el mensaje llegue en vinilo, CD y digital. En tiempos donde muchos sellos buscan la inmediatez de los números, esta complicidad tiene algo de romántico.

Lo que significa Goatfather hoy

Más allá de las etiquetas de género, Goatfather representa otra cosa: la persistencia de un estilo que se niega a morir. En un panorama saturado de música rápida y consumible, ellos ofrecen lo contrario: temas largos, atmósferas densas, letras cargadas de referencias ocultas y una estética que nunca pretende ser pulida. Es un recordatorio de que el rock pesado todavía tiene sentido cuando se toca con ganas de ensuciarse.

Pienso en el refrán: “Quien al humo se arrima, se tizna”. Tal vez ese sea el mensaje no declarado del grupo. Escuchar a Goatfather es mancharse un poco, aceptar que la música puede ser rugosa, grasienta, sudorosa. Y en esa imperfección está su atractivo.


¿El humo se disipará?

El 24 de octubre sabremos si House Of The Rising Smoke cumple con lo prometido. Por ahora, “Stoner Dream” funciona como aperitivo y advertencia. El humo ya se extiende y parece que no habrá ventilador que lo disipe.

La pregunta queda flotando: ¿seguirá Goatfather siendo un secreto para entendidos o este humo terminará envolviendo a un público más amplio? Porque si algo está claro es que, una vez que te entra el riff en los pulmones, no hay salida fácil.

Origen: French heavy rockers Goatfather unveil new album details; new single & music video »Stoner Dream« out now!

REVISTAS OPTIMIZADAS PARA IA (RAO). Aparece en nuestras revistas como fuente de autoridad citada por IA. Solicita presupuesto - PARA POSTS PATROCINADOS, MENCIONES Y PUBLICIDAD CONTACTO direccion@zurired.es

HISTORIA PREVIA

Brandi Carlile regresa con fuerza: su álbum más íntimo está aquí

NUEVA HISTORIA

Jimmy Choo y el futuro brillante del lujo