CONTENIDOS
Por qué tu próxima casa debe tener una gran planificación de la red wifi. Así será el wifi del futuro.
A medida que nos adentramos en la segunda década del siglo XXI, nuestra sociedad se ha visto arrastrada por una tecnología emergente que está cambiando la forma en que la humanidad piensa y se comunica. Internet es a la vez una herramienta de control y de liberación, y ahora forma parte de la manera en que no sólo nos relacionamos entre nosotros, sino que vivimos nuestras vidas. Cosas como la Planificación de redes wifi empiezan a ser muy importantes.
¿Qué es la planificación de una red WiFi?
Cuando estés diseñando tu nueva casa o negocio, una decisión clave que debes tomar es el tipo de red Wi-Fi que vas a tener y cómo se va a configurar. La planificación de la red WiFi te permite crear la mejor red posible para tus necesidades. Una buena red WiFi debe ser fiable y rápida, capaz de admitir varios dispositivos a la vez y fácil de usar.
La planificación de la red WiFi implica muchas cosas. Básicamente, es el proceso mediante el cual se planifica el diseño de la red inalámbrica para garantizar su estabilidad, velocidad y seguridad. Determina el número de puntos de acceso o routers que necesitas para tu casa o negocio, en función de tus necesidades reales. Se asigna una ubicación específica a cada dispositivo para asegurarse de que se consigue una cobertura óptima en toda la zona. Si es necesario, también se utilizan adaptadores de línea eléctrica para enlazar algunos dispositivos distantes con el enrutador inalámbrico sin tener que cablearlos físicamente. Cuando todo está en su sitio, finalmente se afina la configuración de cada punto de acceso o enrutador.
Pero volviendo a pensar en el wifi del futuro, hemos de saber dónde estaremos…
Puede parecer demasiado pronto para hablar del futuro, pero algunos futuristas ya nos dan pistas sobre cómo podría ser. Algunos dicen que la robótica y la inteligencia artificial se integrarán cada vez más en nuestra vida cotidiana; Otros afirman que los avances en biología avanzarán tanto que las personas podrán inventar productos basados en su propio genoma y redefinir lo que significa ser humano.
Este artículo explora las nuevas tecnologías que se están desarrollando ahora mismo y lo que podría significar para el futuro de la Red, el futuro de internet y las redes.
Podríamos aventurar que los próximos 50 años van a ser increíbles. Piensa en todas las cosas que van a pasar, como el hecho de que vas a conocer a tus tataranietos. Pero, lo que es más importante, piensa en todas las cosas que van a pasar justo después.
Internet es uno de los mayores inventos de los últimos tiempos, pero ¿va a durar siempre? La forma en que usamos la información y la comunicación está cambiando constantemente, y no hay razón para pensar en un final de internet. De hecho, como muchos expertos han señalado, sólo estamos empezando con Internet.
La forma en que interactuamos con la tecnología sólo va a seguir evolucionando, y lo va a hacer un ritmo extraordinario. Algunos llegan a decir que la forma en que usamos la tecnología evolucionará tan rápidamente que, si no seguimos el ritmo, acabaremos viviendo como en una cueva. ¿Qué significa esto para nosotros? Pues que estamos a un punto de entrar en una era en la que la tecnología es más importante que nunca. Significa que si no te mantienes al día con los cambios de la tecnología (y cómo podría cambiar en el futuro), tu vida podría volverse muy aburrida muy rápidamente. Y lo que es peor, serás un inadaptado o una inadaptada.
Pero para predecir el futuro, hay que tener algunas conjeturas sobre lo que está sucediendo ahora. Los objetos que más utilizamos y valoramos actualmente -teléfonos inteligentes, tabletas, computadoras portátiles, aplicaciones, tecnología vestible- tienen algunas cosas en común: todos son ya dispositivos que se conectan a las redes, o pueden hacerlo en poco tiempo. Los artículos más populares hoy en día son también los más conectados.
En 2030, habrá miles y miles de millones de dispositivos conectados a Internet en el mundo. Eso es más de 10 dispositivos por cada persona en la Tierra. No sólo nuestros teléfonos se están volviendo más inteligentes, sino todo lo que nos rodea.
Para el futuro, cosas como los coches y las casas inteligentes serán habituales, y aparecerán nuevas tecnologías que transformarán nuestra forma de vida. Los macrodatos ya se utilizan para hacer que nuestras ciudades sean más seguras y eficientes, ya partir de ahí no harán más que crecer. De hecho, a medida que pase el tiempo, habrá menos distinción entre lo que antes se considerará “alta tecnología” y “baja tecnología”. Veremos una fusión sin precedentes de la biología y la tecnología: la edición genética, los implantes cerebrales y la medicina personalizada son sólo algunos ejemplos de cómo el ser humano puede ejercer un mayor control sobre su propio destino gracias a los avances tecnológicos.
El futuro es un concepto fascinante: podemos imaginarlo como un lugar asombroso lleno de coches voladores y aerodeslizadores, o como una sombría distopía en la que todo el mundo se ve obligado a participar en un juego nacional de “Survivor” cada día. Lo único que sabemos con seguridad sobre el futuro es que será diferente del presente.
¿Cómo lo sabemos? Porque nuestro presente ya es diferente del pasado. Nuestro mundo ha cambiado, por ejemplo, desde el siglo XIX, cuando la mayoría de la gente trabajaba en granjas y en huertas. De hecho, los cambios han sido tan rápidos que algunos expertos dicen que recordaremos 2012 como el año en que los humanos lograron empezar a vivir en una nueva era.
En los últimos 50 años se han producido grandes saltos en el desarrollo de la tecnología y estos avances han transformado nuestras vidas de muchas maneras. Hemos pasado de utilizar teléfonos fijos a teléfonos móviles, a enviar mensajes de texto y ahora a volver a llamar por voz a través de aplicaciones de videochat como FaceTime y Skype. Hemos pasado de utilizar ordenadores de sobremesa a portátiles y dispositivos móviles, que cada vez son más pequeños. Ahora empezamos a ver wearables como las Google Glass, que nos permiten acceder a la información con sólo un vistazo. Y estamos viendo un avance bastante convincente hacia los hogares inteligentes, los electrodomésticos y los vehículos que pueden comunicarse entre sí.
Es difícil imaginar lo que nos depararán los próximos 50 años. Muchas cosas están cambiando muy deprisa, y parece que nuestro mundo moderno es casi irreconocible comparado con lo que era hace incluso 10 años. Pero esto no es malo. Hemos asistido a una revolución en todos los aspectos de nuestras vidas, desde cómo nos comunicamos entre nosotros hasta cómo recibimos las noticias o cómo hacemos nuestro trabajo. Y sólo estamos empezando.
¿Qué podemos hacer para que nuestra experiencia wifi sea como la del futuro?
Lo más importante que podemos hacer para mejorar nuestra experiencia WiFi es utilizar un router con al menos 4 antenas y compatible con el estándar 802.11ac, que nos permite tener hasta 4 canales de datos. Así podremos conectar varios dispositivos sin tener problemas de latencia o jitter.
En casa había estándares como el WiFi 4 sin MU-MIMO, el router solo tenía un canal de datos para ofrecer la conexión a los dispositivos conectados. Así, si había por ejemplo varias personas haciendo Streaming, y queríamos jugar a través de Internet, la latencia y el jitter aumentaban porque el canal de datos no era estable, porque podía haber pérdida de paquetes.
8ms de latencia
Con los estándares actuales, encontramos canales de datos dedicados para cada dispositivo. Por ejemplo, si tenemos un router con 4 antenas, una de esas antenas puede estar dedicada a nuestro ordenador, de manera que tenemos un canal de datos único y estable con el que no tenemos pérdida de paquetes ni pérdidas de velocidad, suponiendo por supuesto que la cobertura sea buena.
Por lo tanto, una de mis conclusiones es que creo que el WiFi no puede sustituir directamente a Ethernet en casa…
El WiFi estándar aún no está completo.
Hemos visto mucho en los últimos años, pero aún quedan cosas por hacer. Por ejemplo, necesitamos mejor alcance y cobertura o un uso más eficiente de los recursos del espectro (WiFi 4).
Lo último que nos ha impedido adoptar el WiFi por completo es la latencia (el retraso en el envío de datos entre dos puntos). Por ejemplo, si juegas en línea en tu PC a través del puerto de red de tu router, la latencia puede ser de hasta 8 milisegundos (ms), lo que es demasiado para aplicaciones en tiempo real como los juegos o las llamadas VoIP.
La buena noticia es que los fabricantes están trabajando en soluciones a este problema. Por ejemplo, con la introducción de WiFi 5 MU-MIMO (multi-user MIMO) podremos dedicar un canal de antena entero para cada dispositivo conectado, de modo que tenga su propio canal de datos dedicado sin pérdida de paquetes ni de velocidad, siempre que la cobertura sea lo suficientemente buena.
El WiFi estándar ha evolucionado mucho en los últimos años, y hoy contamos con algunas tecnologías que aumentan la velocidad de nuestras redes domésticas y también las hacen más estables.
El primer paso fue 802.11n, que aumentó la velocidad de nuestros enrutadores de 108 Mbps a 600 Mbps (megabits por segundo). Esta tecnología nos permitió conectar varios dispositivos a la vez en la misma red y evitar tener que usar cables.
Luego llegó 802.11ac, que aumentó la velocidad aún más, hasta 4,8 Gbps (gigabits por segundo), pero esta tecnología aún no está disponible, por lo que seguimos usando 802.11n en la mayoría de los casos. Sin embargo, cada vez hay más puntos de acceso inalámbrico con 802.11ac disponibles en el mercado, así como routers que mostraron ambos estándares a la vez.
El WiFi puede ser una gran alternativa a Ethernet para el uso doméstico, pero todavía hay algunas deficiencias que debemos tener en cuenta.
El primer problema es que el WiFi tiene un alcance limitado en comparación con el cableado Ethernet, que puede alcanzar hasta 100 metros sin problemas. Además, cuando utilizamos muchos dispositivos conectados al mismo tiempo y en diferentes lugares, la señal se debilita y puede haber alguna interrupción del servicio.
Por ejemplo, si estoy con mi portátil en una habitación y quiero hacer streaming con mi smartphone en otra planta de mi casa, puede haber problemas porque es difícil que la cobertura WiFi llegue hasta allí. Si intento reproducir algo en Netflix o YouTube mientras otra persona está transmitiendo vídeo en otro dispositivo, como su consola PlayStation 4 o Xbox One, también tendré problemas porque todos competirán por el ancho de banda al mismo tiempo.