Si la gravedad de la crisis no estaba clara antes, ya se veía que era bastante difícil de obviarla el último día de la semana, cuando la Reserva Federal de Estados Unidos disparó su arma más grande al reducir la tasa de interés clave de la nación prácticamente a cero.
marzo 2020
Trump, en una rueda de prensa diaria el primer día de la semana con su equipo de trabajo sobre coronavirus a su lado, afirmó que podría ser julio o bien agosto antes que pase la crisis de salud.
Lo que es prácticamente seguro es que la ráfaga récord de desarrollo económico de prácticamente once años de la nación está concluyendo esta primavera. En opinión de los pronosticadores de UCLA y otros, el país ya está en recesión.
Las reservas aéreas, el tráfico de restaurantes y la actividad en los puertos se han desplomado. El primer día de la semana, en uno de los primeros indicadores de base extensa publicados desde el momento en que el brote convulsionó a los EE. UU.,
Los datos están bastante claros, la economía de U.S.A. se está contrayendo a un ritmo bastante rápido. La Fed ha invertido prácticamente todo cuanto tiene para respaldar los préstamos y eludir que los mercados de crédito se congelen, mas no fue suficiente para aliviar a los inversores.
El banco central podría bajar las tasas, ahora entre 0 por ciento y 0.25 por ciento, en territorio negativo, mas los formuladores de políticas no piensan que eso sirva de mucho. La Fed asimismo podría estimar adquirir acciones y bonos corporativos, y eso seguramente requeriría la expansión de su autoridad por la parte del Congreso.
El enfoque ahora está de manera directa en la política fiscal.
El primordial consultor económico de Trump, Larry Kudlow, afirmó el primer día de la semana que las propuestas de la Casa Blanca ya anunciadas para combatir el coronavirus suman un estímulo de más o menos cuatrocientos mil millones.
Eso incluye un aplazamiento de 3 meses de los impuestos sobre la renta que vencen el quince de abril, fondos nacionales de urgencia para respaldar los sacrificios de salud pública a los estados y ayuda para pequeñas empresas así como para los prestatarios de préstamos estudiantiles.
La administración asimismo planea gastar setenta y cinco mil millones para adquirir petróleo y añadirlo a las reservas de la nación. Eso va a ayudar a ciertos productores estadounidenses en un corto plazo, mas no suprime la amenaza de insolvencia que muchos encararán debido a la caída de los costos del crudo.
Trump y Kudlow afirmaron que estaban considerando la asistencia financiera a las compañías aéreas. Se afirmó que Boeing, golpeado por el coronavirus y los inconvenientes internos con el setecientos treinta y siete Max, estaba entre las compañías que piden a la Casa Blanca ayuda en un corto plazo.
