Mucho me temo que si Susana Díaz gana las primarias en el PSOE este partido continuará desangrándose irremediablemente. Susana Díaz representa todo lo que la gente no quiere del PSOE. Quienes votamos alguna vez al PSOE y dejamos de votarle seguiremos teniendo razones más que suficientes para votar a otras opciones o hacerlo en blanco si sale Susana Díaz.
Susana Díaz y todo el aparato, incluido un Zapatero que se me antoja más patético que nunca, no pueden combatir el mensaje de que ellos son la vieja guardia que no quiere perder sus privilegios. Por mucho que se empeñen en repetir otras cosas. Solo hace falta saber quienes son y su trayectoria, cómo se cargaron a un secretario general, equivocado o no, pero elegido por las bases, y cómo son capaces de ver a una lideresa en donde la gente de a pie solo vemos una mediocre y prepotente burócrata que hizo carrera política gracias a un empuje «a dedo» de su antecesor, que a su vez también fue impulsado «a dedo» por su antecesor, que a su vez también lo fue por su antecesor.
Lo del PSOE de Andalucía es para mear y no echar gota. Décadas y décadas de sostenerse en un entramado de estómagos agradecidos, de cuadros medios y mediocres que solo entienden de politiqueos y muy poco de política con mayúsculas. En El PSOE de Andalucía hace falta una verdadera revolución interna para que este partido vuelva a ser, si es que alguna vez lo fue, de izquierdas. Y me temo que en el PSOE de España también.
Pero el día ha llegado y los de Díaz esperan ansiosos y nerviosos que su lideresa de el paso para presentarse a las primarias. Pero empiezan a vislumbrar lo que no querían ver, que Pedro Sánchez tiene más fuerza de la que creían. Y es cierto, porque se la han dado ellos. Si Pedro Sanchez gana, espero que nunca más alguien tenga la tentación en el PSOE de romper lo que la militancia votó.
Mientras, quienes apoyan a Díaz van haciendo números. Y cada vez más líderes aceptan que es el peor momento para la presidente andaluza. Y ya no ven clara una victoria fácil que daban por segura hace unos meses. Repiten esas frases tontas tan de polítiquillos «Tendremos que sudar la camiseta», «Nos tenemos que poner las pilas», «hay que ponerse a trabajar de verdad, por los ciudadanos». Frases tan poco inteligentes como la tan reiterada «estaré donde mi partido me ponga, en la cabeza o en la cola»…
Díaz deseaba un proceso cómodo y sin fractura y lo que hay es todo lo opuesto. ¿Pero qué se creían, que podían pegar un golpe de Estado como lo hicieron y salirse de rositas? ¿Cómo es que esta gente no ve que ese PSOE no es el que quiere la gente? Falto de humildad, prepotente, metiendo la pata constantemente para pedir mil veces perdón y vuelta a errar…
Por supuesto que no lo tiene asegurado. Es más, si en la militancia del PSOE queda algo de lo que debe de quedar, Susana Díaz no sale ni en pintura. A pesar de que en Andalucía tiene a una legión de estómagos agradecidos que jurarán que es la mehó y todo eso que les digan que tienen que decir y votar para conservar su puesto. Si bien públicamente los socialistas andaluces tratan de quitar relevancia a los apoyos que recibe el ex-secretario general, los partidarios de Díaz no ocultan su inquietud. Y yo que me alegro… aunque no me fío. Y no me gustaría tener que votar en blanco por primera vez en mi vida.
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