El erotismo y la sensualidad son un factor muy importante en el mundo de la publicidad sex shop. Todo el mundo conoce productos sexuales, bolas chinas, lubricantes, condones, etc. Se anuncia en Internet, porque hoy es un entorno natural tanto para la promoción como para la distribución de productos eróticos.
Los sitios web o Sex Shop Online están divididos en secciones donde los productos se pueden colocar muy fácilmente según la solicitud del comprador, y se valen básicamente de la publicidad de sex shop online. Los productos más populares son lubricantes, bragas vibradoras, arneses y masturbadores de mujer, masturbadores masculinos, bolas chinas y condones de última generación.
Si los anuncios o la información del producto indican claramente que tienen el sello Trust Online, esta es la mejor manera de comprar con total seguridad. Las nuevas tiendas eróticas ofrecen sus productos a través de la publicidad a clientes cada vez más exigentes, y el catálogo de productos debe ser presentado e informado cuidadosamente.
Los usuarios quieren saber cómo funcionan los productos y cuál es su utilidad antes de comprarlos.
Un futuro prometedor aguarda a la industria con la aparición de nuevos productos basados en robótica, realidad virtual, 3D y otras innovaciones tecnológicas.
LOS PELIGROS DE LA EXPOSICIÓN ONLINE DE LA ACTIVIDAD SEXUAL
Penthouse dedicó un tiempo y energía invaluables a construir su marca en el reverso de un currículum con retratos. Había gastado miles de dólares en mantenimiento del sitio y fotografía profesional y muchos dólares estadounidenses al mes en anuncios de Eros Guide.
anuncios que utilizan la sexualidad como estrategia de venta
Y trabajó muy duro, con críticas entusiastas publicadas por clientes en línea en Erotic Review. Hasta que Ripoff Report, un sitio privado con fines de lucro, publica protestas anónimas sobre productos, empresas e individuos, desde empresas multinacionales como Walmart hasta autónomos como Lauren.
Maxine Doogan recuerda haber recibido una llamada telefónica que revelaba su futuro. Así como Craigslist era un sitio básico de anuncios clasificados, RedBook se centró principalmente en calificar el trabajo sexual.
El propósito de estos mensajes de los clientes era reducir los peligros específicos asociados con la falta de protección legal en estas transacciones comerciales. “Los clientes se mostraron escépticos con respecto a nosotros, hicieron muchas preguntas y pidieron compromisos verbales”, dijeron. »
Más allá de la creciente preocupación por el fraude de clientes en esta industria virtual, Doogan descubrió que las trabajadoras sexuales se enfrentaban a una nueva vulnerabilidad. Aquellas que antes trabajaban en la calle o en un salón de masajes podían tener una percepción instintiva de un usuario potencial antes de elegir cómo proceder.
En realidad, antes de que las reglas de la industria pasaran a los saludos descarados en línea, los trabajadores tenían formas de ser alertados si eran del nivel de usuario, un oficial de la ley o simplemente malas noticias. “Esto es lo que sucede cuando comienzas a ser una herramienta de práctica ética en la publicidad”, dice Doogan.
Las nuevas leyes dirigidas a las trabajadoras sexuales también han ayudado a alejarse de la presión como gasto de promoción. A diferencia de la era de la represión, cuando los trabajadores eligen qué poner en sus anuncios, la información que pueden proporcionar está limitada por el equipo legal de sitios como Eros, lo que limita la forma en que pueden distinguirse entre sí.
Doogan dice: “Debes determinar tu altura, peso y color de cabello”. Cuando Maxine Doogan recibió la llamada telefónica en el RedBook a fines de la década de 1990, esta fuerza progresiva de un centro comercial autorizado por sí sola no era lo que pensaba…
Las reseñas fueron el episodio más popular del RedBook y, para Doogan, representaron un cambio estacional de la industria que empoderaba a los trabajadores y a los clientes. Esta es una perspectiva controvertida en una industria en la que, según el Sex Workers Outreach Project, sus trabajadores tienen cuatrocientas veces más probabilidades de morir en el trabajo que los empleados en otra carrera. Sin embargo, las trabajadoras sexuales, especialmente las nuevas, se sienten obligadas a utilizar el sistema TER.
Pero hay quienes como Vanessa se sintieron avergonzadas la primera vez que leyeron un comentario sobre su cita con un usuario.
Era una forma de sentirse legal, sin importar cuánto consumiera de energía en el lugar de trabajo. “Todo el planeta puede leer entre estas líneas”, dice Vanessa. Ella se comunicó con TER para detener una revisión falsa. Vanessa le pidió a TER que le enviara al revisor una copia de su correspondencia o algo más para demostrar su conocimiento.
“¡No eres mi chulo, no eres mi manager!” Vanessa TER fue a su perfil, copió y pegó los comentarios en su propio sitio. Comenzó a publicar la desgracia en su cuenta personal de Twitter y un llamado a otros trabajadores a copiar y pegar sus críticas también. “Esta carta fue escrita con mi nombre legal y una dirección anterior donde vivía antes”, dice Vanessa, comentando estos actos como amenazas. Siguió estas preguntas para eliminar la información de TER de su sitio.
En el tercer mes del año dos mil dieciséis, abrió la cuenta de Twitter @FCK_TER_, que según su biografía “expuso la especulación de explotación, ciber acusación, bullying escolar, acoso y trabajadoras sexuales. Es parte de la organización conocida como ‘TER’.
El feed es una combinación de comentarios relacionados con la industria, advertencias sobre clientes peligrosos, bromas sobre críticos desagradables y retweets de trabajadores que tratan con sus listas de entradas TER o las eliminan.
Para contrarrestar esta lógica, Vanessa propone acciones que permitan a TER agilizar el proceso de eliminación de amenazas que hayan expresado o enviado legalmente información privada del usuario. Pero hay una agencia que tiene su propio sex shop.
