Pese a contar con una mala reputación en los cuentos infantiles, las construcciones de paja pueden ser sustentables, termo-acústicamente cómodas y, sobre todo, resistentes y sólidas. Y se han llevado a cabo múltiples investigaciones y ensayos con este resto agrícola.
agosto 2020
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De los estudios y ensayos podemos concluir que se trata de un material interesante para la construcción de muros, con buenas peculiaridades térmicas, acústicas e inclusive estructurales. Además de esto, es un recurso renovable de construcción simple.
Se precisaría más que el soplido de un lobo para derruir una casa hecha de muros de paja.
La paja es un remanente de la producción de granos, en general trigo, arroz o bien cebada. Una vez que se cosecha la parte comible de los granos, los tallos acaban desechados y frecuentemente se queman. Una de las salidas es su compactación en fardos rectangulares, que se pueden amontonar y utilizar como rellenos o bien aun como paredes autoportantes.
Es una técnica famosa y conocida como el estilo «Nebraska», extensamente usada en el siglo XIX en las llanuras de este Estado. Aunque los fardos pueden aguantar cerca de novecientos kg por metro lineal, los bloques de paja de alta densidad, compactados por máquinas, están diseñados para aguantar hasta prácticamente seis mil kg/m.
Todavía de este modo, es más frecuente utilizar paja como material de sellado y aislamiento, sumado a otros materiales estructurales, como la madera o bien el acero. En un caso así, la incorporación de una estructura deja la construcción de un techo ya antes de la instalación de los fardos de paja, resguardando la pared del daño del agua a lo largo de la construcción.
Como es un material formado primordialmente por aire y espacios vacíos, da un genial aislamiento térmico a la construcción. Se calcula que una casa de fardos de paja bien construida puede ahorrar prácticamente un setenta y cinco por ciento en costos de calefacción y refrigeración.
Debido a las alteraciones de las especies y la compactación de las partes, es bastante difícil cuantificar precisamente estos datos. Se calcula que la conductividad térmica de la paja es de más o menos 0.07 / 0.09 W/°Cm, que es afín al poliestireno expandido.
Con relación a la inercia térmica, los fardos de paja son equivalentes al adobe y a los muros de leños. Su comportamiento frente al fuego asimismo es notable.